Es una alergia tipo alimentaria que se presenta de manera principal durante la infancia, actualmente se estima que entre el 2% y 6% de los niños tienen esta condición, más aún esta cifra se mantiene en aumento progresivo a nivel mundial.
¿Qué es la alergia a la leche de vaca APLV?
Es la alergia alimentaria que comúnmente afecta a lactantes y niños pequeños, esta alergia consiste en un rechazo desmesurado del sistema inmune cuando se presenta una o más proteínas que están presentes en la leche de vaca, provocando que comience el organismo a atacar, generando inflamación que puede llegar hasta provocar problemas digestivos, erupciones cutáneas y en casos extremos dificultades respiratorias.
Comúnmente se puede observar durante el primer año de vida, posteriormente en la mayoría de los casos irá disminuyendo de manera progresiva durante el tiempo, lo que hace muy poco frecuente esta condición en los adultos.
Cuando una alergia se mantiene presente hasta aproximados los 5 años, la probabilidad de que esta alergia se mantenga durante la vida, es alta, de todas maneras para hacer que el diagnóstico sea real y certero es fundamental un buen análisis clínico y asociado a una supresión de la leche de vaca,
¿Cómo reconocerla?
Los síntomas comúnmente suelen ser:
- Dermatitis atópica.
- Cólico abdominal.
- Rinitis alérgica.
- Vómitos.
- Regurgitaciones frecuentemente.
- Diarrea.
- Rectorragia.
- Constipación.
- Mal incremento pondoestatural.
- Irritabilidad.
¿Cómo tratar esta alergia?
El único tratamiento es evitar el alérgeno en cuestión, es decir, evitar la leche de vaca en todos sus derivados.
Para el caso de que los bebés alimentados con leche materna, son las madres quienes deben hacer la dieta evitando la leche de vaca y sus derivados.
Parece simple al pensar que los lácteos tradicionales como Leche, Yogurt, Quesos, Crema, Mantequillas, etc, sin embargo la industria alimentaria ocupa sus derivados de la leche de vaca para múltiples preparaciones como embutidos vinos galletas, dulces, endulzantes, etc… por lo que es sumamente importante el rol de un profesional de la salud para entregar las herramientas necesarias a las madres y poder llevar esta misión a cabo.
Saber leer o interpretar las etiquetas con información nutricional para evitar consumir un alimento que contenga este alergeno.
Es importante destacar que un porcentaje considerablemente alto de niños con APLV también tienen alergia a la soya, por lo que la restricción de alimentos será mayor.
Se debe educar a las madres sobre lo importante que es volver a una alimentación lo más natural posible, reduciendo al máximo el consumo de alimentos procesados, es por eso que se puede apoyar con suplementos alimenticios que contengan ciertas vitaminas o micronutrientes que sean necesarios para nuestro funcionamiento óptimo como ser humano.
Para los niños que son alimentados con fórmulas, existen leches o tipos de leches especiales que son hidrolizadas y aminoacídicas, mientras que en el caso de leche de oveja o cabra, entre otras. Debe ser analizado previamente por un médico gastroenterólogo o inmunólogo infantil, y mitigar posibles alergias que se puedan generar de manera cruzada, para estos casos también no se recomienda leches de origen vegetal, debido al aporte nutricional escaso que tienen.